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Galerna en la zona norte de Alborán!!

Los meteorólogos se refieren a él como corriente de densidad, contraste de aire e incluso Galerna del Cantábrico. En cambio, para muchos malagueños, especialmente los que viven en zonas próximas al litoral o aquellos que tienen negocios a pie de playa lo conocen como el ‘rebozao de levante’.

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Porque exactamente es eso lo que provoca sobre personas, casas, negocios, sillas, mesas, toldos, platos, toallas. Todo queda rebozado, embadurnado de la arena levantada por un viento que ayer alcanzó en el Puerto de Málaga los 55 kilómetros hora y que provocó una caída repentina y brusca de las altas temperaturas que en esos momentos generaba el poniente cálido en forma de terral.

Así, en el caso de la capital, las temperaturas cayeron diez grados en diez minutos, pasando de los 35º de las doce del mediodía a los 25º de las doce y diez, según datos aportados por la Agencia Estatal de Meteorología en Málaga (Aemet).

Según fuentes de este organismo el fenómeno que se vivió ayer en toda la costa a diferentes horas suele producirse en primavera, aunque extrañamente ha ocurrido ya dos veces seguidas este verano: la madrugada del viernes 31 de agosto, en el incendio de Barranco Blanco y ayer.

«Se trata de una entrada muy brusca de viento de levante procedente de Almería, que dobla en mar de Alborán y se queda encajonado en la bahía debido a la proximidad de las montañas con el mar», explican desde este organismo. Este viento frío de levante contrasta con el poniente reinante en esos momentos; un viento cálido que provoca terral: «Ese gran contraste conforma un arco nuboso que recorre toda la costa a gran velocidad».

Al entrar el levante por Almería fueron los municipios más próximos a esta zona los primeros en sentir los efectos de esta corriente de densidad. Según los datos de los diferentes observatorios de la Agencia de Meteorología en Málaga, el fenómeno atmosférico comenzó a sentirse a las 10,20 horas en Nerja, en la comarca de la Axarquía. A las once de la mañana llegaba a Torrox, donde las rachas de viento alcanzaron los 55 kilómetros por hora, aunque la temperatura en ese municipio cayó solamente dos grados.

Una hora y diez más tarde el arco estaba en el Puerto de Málaga, lo que indica que corrió a una velocidad de unos 40 kilómetros hora por toda la costa oriental, provocando el mismo efecto ‘rebozado’ allí por donde pasaba.

Aunque se trata de un fenómeno costero, se sintió en algunos municipios del interior, aunque no muy alejados de la franja litoral, como el caso de Vélez-Málaga, donde la temperatura cayó bruscamente de los 35,6 grados a los 28,8 grados en solo veinte minutos. En zonas de Málaga como El Cónsul, el viento alcanzó 51 kilómetros por hora y en el aeropuerto llegó a los 56 kilómetros por hora.

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Según las mismas fuentes, el frente llegó a Torremolinos a las 12,30 horas, a una velocidad de 35 kilómetros y volvió a alcanzar los 50 kilómetros hora en Fuengirola. «A Cabo Pino (Marbella) llegó a las dos de la tarde pero ya no era igual», indicaron. Además de la caída de las temperaturas, del vendaval y de la nube de arena, este contraste de aire provocó una notable subida del oleaje. La medición en el Puerto indica que la altura de las olas pasaron de 35 centímetros a 69 centímetros en diez minutos.

Antonia Jurado lleva 59 años cerca del mar, ya que es copropietaria del chiringuito Casa Lucas, en el paseo marítimo Antonio Banderas. Afirma que el viento hizo volar las sombrillas hasta la terraza: «el toldo no ha volado, porque ocho camareros se cogieron cada uno a un palo». Recuerda que lleva años luchando con el Ayuntamiento para que le permitan instalar una estructura estable en la terraza con el objetivo de aumentar la seguridad.

Fuente: DiarioSur